Lo mejor de dos mundos

Esta receta combina la delicadeza del cruasán francés con la intensidad del chocolate de avellana del Piamonte.

En esta receta mezclamos especialidades de dos países vecinos que siempre nos han influido
mucho en el campo de la panadería y la pastelería: Francia, con su emblemático cruasán, e Italia, con la siempre deliciosa gianduja.

No todo el mundo sabe que esta última elaboración lleva el nombre de Gianduja, un personaje tradicional títere y carnaval que representa al arquetípico Piamontesa. Es una pasta de chocolate que contiene 30% avellanas, aunque hoy en día los confiteros modernos llaman a
Gianduja cualquier combinación de chocolate, azúcar y nueces.

Elaboración
: Primero, haremos la piscina, mezclando la harina de fuerza, el agua y la levadura y dejándola reposar en la nevera durante 24 horas.
Al día siguiente, agregue la piscina a los ingredientes de la masa de cruasán y la kneas todo junto. Cuando
termine, haremos divisiones de 3 kg y las laminaremos con 1 kg de mantequilla en el plato. A continuación, haremos un simple pliegue y un doble, con frío resto de 1 hora entre doblar y d
oblar. Una vez hecho esto, estiraremos la masa hasta el número 5 del laminador y haremos divisiones de cuadrados de unos 9
0 g cada uno. Luego, enrolle la masa de 90 g formando un cilindro y congele.
Cuando tengamos la masa dura, después de unos 30 minutos de descanso en el congelador, córtala
en 8 partes, formando círculos, que tendremos en un molde micro-perforado. Una vez hec
ho esto, introduciremos un trozo de gianduja y terminaremos de cubrir con masa de cruasán.
Pinta con huevo y deja fermentar durante 2 horas y media a 28ºC.
Finalmente, cocina a 175ºC durante 23 minutos y, cuando se retira del horno, decora con azúcar glas.

Y con esto, ya tenemos esta deliciosa receta que une lo mejor de dos mundos en un bocado lleno de delicadeza, sabor e intensidad.

¡Salud!

Por: Toni Vera

ver proceso